Este fin de semana he asistido al curso «Supera los límites de tu mente«, organizado y desarrollado por la Escuela JUNG.
Ha sido intenso y diferente.
Los asistentes, unos trescientos, hemos tenido como ponentes a Adelina Ruano, Natividad Pérez Tapia, David Gómez, Cipri Quintas…, y como maestra de ceremonias, a una mujer que vale su peso en oro para estas lides y que recomiendo sin dudar a quien quiera aprender oratoria: Mónica Galán, todo un descubrimiento.
Los que conocéis a los ponentes mencionados y también me conocéis a mí sabéis que, al menos en principio, poco tienen que ver nuestros enfoques.
Me tengo por psicólogo científico, atento a la evidencia empírica, crítico y, más aún, autocrítico. Pero intento estar abierto a todo.
¿Cómo sería tu vida si no te paralizara el miedo (al fracaso, a la opinión de los demás…)?, ¿vives según esquemas propios o te dejas arrastrar por la vida que otros han planificado por y para ti?, ¿qué es lo que te frena o sabotea y te impide hacer lo que deseas?
Las cuestiones anteriores, entre otras, fueron abordadas de un modo que encandiló a los presentes, que generó motivación al cambio, que provocó, en muchos casos, la interiorización de una frase que me encanta:
Soy muy escéptico, y cuando acudí lo hice con más escepticismo del habitual (por ser un curso «distinto»).
Sigo sin compartir algunos enfoques, y estoy seguro, por ejemplo, de que nunca hablaré de chakras, alineaciones universales o saltos cuánticos.
Pero con independencia de que los planteamientos de trabajo sean o no coincidentes, doy la enhorabuena a quienes, con una organización inmejorable, han sido capaces de demostrar a tanta gente que AHORA es el momento en el que se deben romper las propias barreras.